Si el estado hace una inversión e un obra publica y esta se degrada progresivamente hasta destruirse  por falta de mantenimiento, esa inversión se pierde. Por lo tanto la carencia de mantenimiento implica detrimento patrimonial.

La historia viene de una visita que realice al humedal Juan Amarillo en Bogota. Es una tristeza. Después de ser un ejemplo de obra pública en barrios populares ahora se esta cayendo a pedazos, lleno de basura, con los adoquines invadidos de pasto, las zonas verdes que no han sido podadas en meses. Realmente triste.

El interés de los políticos en no hacer mantenimiento es trivial: El mantenimiento son sumas pequeñas a largo plazo, pero una vez se acaba el bien toca volverlo a hacer entonces la inversión en contratación es millonaria y de ahí se puede manejar mas presupuesto para corrupción. Si tapo un guequito vale 3 pesos, pero si toca volver a pavimentar vale 1000 veces mas.